La equitacion… ¿No se toca?

Hoy de repente mi facebook se ha llenado de mensajes con hastag #laequitacionosetoca. La mayoría de mensajes replican el mensaje original de la cadena que dice así:

Laequitacionosetoca

Cada usuario añadía acompañando el post una imagen con caballos, supongo que eligiendo una imagen representativa del amor que sienten por los caballos y los motivos por los que la equitación no debe ser prohibida. (Ambos mensajes contenidos en el texto del post)

Antes de seguir debo decir que toda la acción se basa (o eso creo) en presentar batalla a las acciones del partido animalista para prohibir la equitación… En este momento aún no estoy segura de que el tema no sea un bulo porque tras una primera búsqueda en Internet no he encontrado ninguna noticia reciente sobre el tema, pero quien sabe, quizás es una noticia tan de última hora o tan desoída que el todopoderoso google aún no sabe nada al respecto. Bulo o no creo que es una buena excusa para reflexionar, así que cambio:o a lo mio…

Como decía, esperaba imágenes de amor y conexión y las aportaciones de varios amigos no defraudan, abrazos, besos, imágenes de calma y conexión. Curiosamente casi todos matizando el texto original de la cadena con mensajes del tipo de «no todo es….» Abro entonces el link del hastag y facebook muy diligentemente me muestra una ristra de publicaciones con el mensajito…

Y aquí empieza el horror.

Horror en sus cuerpos: caballos tensos, crispados, con muestras evidentes de dolor, poses forzadas y antinaturales que se repiten bajo distintos jinetes sonrientes.

Horror en torno a ellos: En el enganche para salir un día «de bonito» que esconde horas al sol junto a los coches. En el animal de manos entre las palmas rodeado de gente que le toca, le chilla… Le aterroriza. En el caballo de pista «guapo y redondo» que tras esa hora de sol bajo el jinete volverá al box que se adivina al fondo…

Y ¿de verdad no se toca? Yo rezo por que se toque. Porque se cambien las reglas del juego. Por que se sienten las bases de una relación más respetuosa con el caballo y porque se establezcan los límites que deben regir el trabajo, el manejo, el cuidado, la competición, el uso y el no abuso.

Porque el respeto a la tradición no sea el ancla que nos mantiene haciendo las cosas de la manera incorrecta. Porque cada día haya más profesionales y aficionados despiertos que están dispuestos a dar el primer paso en el camino del cambio

#LAEQUITACIONSISETOCA

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