BUENAS PRÁCTICAS PARA LA TENENCIA, CUIDADOS, ENTRENAMIENTO Y USO DE CABALLOS. PARTE 2: CUIDADOS

En estos días en los que la cuarentena y el estado de alarma en España no permiten el desarrollo normal de las actividades hípicas veo con preocupación que no acabamos de ponernos de acuerdo sobre el significado concreto del punto que la RFHE ha enunciado, en relación con Real Decreto Ley 10/2020, de 29 de marzo,, como:  «Deberá ser proporcionada la alimentación y el mantenimiento básico de los caballos para su la salud»

Por esta razón, me he puesto manos a la obra con la prometida traducción del documento de la UE: Buenas prácticas para la tenencia, cuidados, entrenamiento y uso de caballos, priorizando en esta segunda parte el punto 6: Cuidados, con el objetivo de aportar una guía de discusión.

Aprovecho para hacer un llamamiento a las entidades responsables para la creación, a la mayor brevedad, de un protocolo de actuación válido para propietarios de équidos como referencia de lo que deben o no hacer, así como para para facilitar la labor de los agentes que están asegurando el cumplimiento del Real Decreto y que no tienen por qué ser expertos en los cuidados mínimos que requiere un caballo.

ANALISIS Y TRADUCCIÓN PARCIAL DEL DOCUMENTO DE DISCUSIÓN PUBLICADO COMO RECURSO EN LA PLATAFORMA DE BIENESTAR ANIMAL DE LA COMISIÓN EUROPEA.

Link a la Traducción del documento «Buenas prácticas para la tenencia, cuidados, entrenamiento y uso de caballos. Parte 1»

Cuidados

Cuidadores

Los caballos deben ser cuidados por un número suficiente de personas que deben poseer suficientes conocimientos, habilidades y competencias profesionales  específicos sobre el cuiado de los équidos.

Inspección

Todos los caballos incluidos los que se encuentran en pastos o paddocks deben ser inspeccionados al menos una vez al día. Aquellos caballos enfermos, las yeguas preñadas (especialmente en estado avanzado de gestación), potros recién nacidos, caballos provenientes de otros grupos, sementales en época de reproducción y caballos mayores deben ser inspeccionados con más a menudo.

Cualquier caballo que muestre síntomes de enfermedad o malestar (cojeras, cólicos etc) deben ser atendidos inmediatamente. Si el caballo no responde a los primeros cuidados del propietario o cuidador o bien el dolor se incrementa, debe solicitarse ayuda veterinaria sin demora. Si es necesario el caballo debe ser aislado de los demás en un entorno adecuado.

Un caballo adulto en buen estado de salud tiene una temperatura rectal de entre 37,5 ºC y 38,5 ºC, un pulso de entre 28 y 48 latidos por minuto y un ritmo respiratorio de entre 12 y 20 respiraciones por minuto.

 

Prevención (vacunas y desparasitación)

La vacunación al menos contra el tétanos es recomendable. Los caballos son especialmente sensibles a los efectos de la bacteria Clostridium tetani que suele encontrarse en los suelos de los establos e instalaciones hípicas y entra en el cuerpo del caballo a través de las heridas incluídos pequeños cortes que pueden ser díficiles de detectar, en el caso de los potros recien nacidos también se puede introducir a través del ombliogo. Incluso en los casos en los que los caballos con tétanos sobreviven a la enfermedad es frecuente que acaben recibiendo eutanasia veterinaria por razones de bienestar.

La vacuna contra la influenza y el tétanos es obligatoria para los caballos en competición pero debería considerarse seriamente àra el resto de caballos, especialmente para aquellos que tienen contacto con individuos de otras zonas.

Vacunas contra otras enfermedades dependen de la localización geográfica y deben ser recomendadas por el veterinario.

Los parásitos intestinales pueden ser un problema de bienestar causando pérdida de peso, cólicos e incluso la muerte, es especialmente importanmte en potros y caballos jóvenes asi como en caballos cuyo sistema de tenencia es el paddock donde los excrementos no se retiran regularmente. De manera que debe establecerse un adecuado programa de desparasitación y monitorización  teniendo en cuenta que las buenas prácticas en el manejo y limpieza de prados y paddocks puede ayudar a reducir la carga parasitaria de los mismos.

 

Cuidado de los cascos

Los cascos deben recortarse por una persona con las habilidades adecuadas en intervalos regulares de tiempo. La frecuencia depende de diversos factores incluidos la edad, el uso y si el caballo está descalzo o herrado. De manera orientativa se puede decir que un caballo herrado debe recortarse cada 6 u 8 semanas. Si es un caballo de ocio o de deporte y va descalzo los cascos deben inspeccionarse cada vez que se entrena o monta y para otros usos como yeguas de cría, se recomienda revisar el crecimiento del casco en intervalos regulares de tiempo con el objetivo siempre de mantener los cascos en un estado saludable.

Los cascos se deben limpiar y revisar en intervalos apropieados de tiempo para detectar cuerpos extraños (como piedrecitas), grietas o arestines, entre otros.

 

Cuidado dental

Los caballos desgastan lentamente su dentadura cuando mastican lo que puede generar picos o bordes cortantes en los dientes que pueden crearles problemas desde simples molestias hasta pérdida de peso o comportamientos anormales como huir o luchar con el bocado o  sacudir la cabeza. Un caballo al que se le «cae» parte de la comida a medio masticar es un  sintoma común de problemas dentales.

Hay una gran variedad de afecciones dentales que pueden ocurrir a un caballo a lo largo de su vida, para evitar que se comviertan en un problema es recomendable revisar la boca del caballo al menos una vez al año por un veterinario o persona competente.*

*En España existe SEOVE (SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ODONTOLOGÍA VETERINARIA Y EXPERIMENTAL) y  el profesional indicado para estos cuidados no sólo debe contar con titulación para ejercer como odontólogo sino que hacerlo sin cumplir este requisito es un delito penal. Aquí puedes repasar las diferentes profesiones dedicadas a la salud de los caballos en España. 

 

Alimentación

Los caballos deben alimentarse con una dieta saludable que les permita mantener su condición corporal y también responda a sus necesidades nutricionales y de comportamiento.

El sistema digestivo del caballo se ha adaptado, a lo largo de su evolución como especie, a una ingesta más o menos continua de alimento con un alto contenido en fibra. La fibra vegetal requiere un tiempo alto de masticado gracias al cual el caballo segregará la saliva que es imprescindible para minimizar el riesgo de úlceras estomacales y promover la salud intestinal.

El caballo moderno, especialmente el de carreras u otros usos con una alta demanda energética, normalmente no se alimentan en exclusiva de hierba u otras fibras vegetales, necesitan un alimento con un mayor aporte energético que suele darse en forma de concentrados con el objetivo de garantizar una aportación correcta de energía, vitaminas y minerales a la dieta. La ración de estos concentrados debe dividirse en dos o tres tomas diarias. Es importante no sobrealimentar a los caballos con concentrado, la ración se debe reducir los días en los que el caballo descansa porque de lo contrario existe riesgo de Laminitis o del desarrollo de algún tipo de Azoturia, o Mioglobinuria.

Cuando un caballo ha sido sedado, por ejemplo durante un tratamiento veterinario, no se le debe permitir ingerir ni concentrados ni pasto o fibra mientras aún dure el efecto de la sedación o anestesia, tampoco se debe alimentar al caballo  después de un ejercicio intenso, ni con concentrados ni con forraje.

Todos los caballos, independientemente de su uso, deben recibir una cantidad suficiente de fibra en su dieta para adecuarla lo más posible al patrón de ingesta natural. Como guía se puede hablar de 1,2kg de heno por cada 100kg de peso vivo o 2kg de forraje de calidad (seco) por cada 100kg. Deben tener acceso a la fibra tanto dentro del establo o instalaciones como en los paddocks. Si no se suministra fibra o la cantidad de fibra suministrada no es suficiente se puede dañar la salud intestinal, provocar cólicos por la ingesta de arena o inducir el desarrollo de otros comportamientos anormales

La fibra debe suministrarse  a nivel del suelo con el objetivo de mantener la posición natural del caballo  y también  para proteger la salud de su sistema respiratorio. Si se usan redes (slow feeders) es importante prevenir que los caballos puedan enredarse las patas en las mismas.

Cualquier cambio en la alimentación debe introducirse gradualmente a lo largo de varios días.

El equipo debe mantenerse limpio y almacenarse en un lugar que evite que se contamine. En el caso de caballos en grupos o manada ya sea en interiores o paddock deben preverse areas suficiente para la alimentación con el objetivo de evitar la competencia y agresiones entre los diferentes individuos.

La condición corporal (también conocida como condición de carnes) debe monitorizarse para evitar tanto caballos muy delgados como muy gordos. Diferentes guías sobre condición de carnes en caballos se pueden consultar en Internet.

Toda la comida debe almacenarse bajo condiciones higiénicas, ser de buena calidad y estar libre de moho y polvo.

 

Agua

Los caballos necesitan más o menos agua dependiendo principalmente del nivel de actividad, la temperatura ambiente y el contenido de agua en la comida. De media, un caballo puede tomar entre un 5% y un 10% de su peso diariamente. Las yeguas lactantes y los caballos con un alto nivel de actividad física como los caballos de carreras necesitarán más agua.

Los caballos prefieren beber agua de una superficie (estanque, blasa de agua….) aunque aprenden sin dificultad a beber de los bebederos automáticos. Cuando se usa este último sistema es importante que tengan un flujo de al menos 8 litros por minuto para garantizar una ingesta suficiente de agua.

Los caballos deben tener libre acceso al agua y nunca deben permanecer sin acceso a una fuente de agua durante más de cuatro horas, incluidos caballos en paddocks o pastos. Durante el invierno, con temperaturas inferiores a 0 ºC es necesario tomar precauciones para asegurar el suministro de agua.

El equipamiento debe mantenerse limpio y ubicarse en un lugar que minim,ice las posibilidades de contaminación del agua. Como en el caso de la comida, con caballos en grupos, independientemente del sistema (estabulación, paddocks o prados) debe haber suficiente espacios al rededor del punto de agua para evitar competencia y agresiones entre los individuos.

FUENTE ORIGINAL:

Sección: Plataforma para el bienestar animal de la web de la UE > Recursos , estudios, guías y documentos de discusión:

Comentarios

comentarios